Megan Geckler, este curioso artista utiliza materiales comunes, para ser más preciso cinta de embalaje, si tan mundano como eso. Material que se puede encontrar en diferentes colores en obras de construcción de todo el mundo. Ella convierte esta simple cinta junto con una estructura de aluminio o acero así como la posibilidad de usar alguna estructura base ya existente, en una obra de arte, diseñando, tejiendo o simplemente usando líneas simétricas. Primero realiza un dibujo arquitectónico en tres dimensiones, el cual, lo usa como base visual para su proyecto. Esto puede tardar entre un día y varias semanas en finalizar ya que ningún proyecto se repite. El resultado final del diseño es una llamativa y fluorescente pared de cinta estirada de lado a lado en perfecta unión formando esta casi ilusión óptica de color. El gran final como podéis apreciar por vosotros mismos es simplemente maravilloso.
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