Siempre que queremos adelgazar solemos prescindir de los
alimentos que contienen azúcar, acudimos a los "lights" y debemos
decir que hay veces que es peor el remedio que la enfermedad.
Existen edulcorantes naturales y artificiales. Entre los
naturales está la estevisia y la fructosa, no tienen contraindicaciones para el
consumo salvo que son productos concentrados y deben usarse con moderación.
Los preparados comerciales E420sorbitol, E421manitol,
E965maltitol y E966lactitol llamados polioles,
deben ingerirse también con precaución, no superando los 20 gr por día, ya que
pueden producir diarreas, flatulencias
y molestias abdominales. Su poder edulcorante es inferior al del azúcar.
Respecto a los edulcorantes sintéticos, hay un estudio que
demuestra que son nocivos para la salud.
El E954, la sacarina,
es el más conocido y de mayor poder edulcorante. Está prohibido en Francia y
Canadá. En Estados Unidos es obligatorio hacer constar en las etiquetas de los
productos que la contengan que éste aditivo es nocivo para la salud. Aunque
hasta ahora no se ha podido demostrar científicamente se dice que puede
provocar cáncer en las personas que lo toman y en sus descendientes. En ratas de
laboratorio provoca cáncer a
dosis altas. Su uso está contraindicado en niños menores de tres años y
embarazadas.
El E951, el aspartamo,
es el más reciente, su poder edulcorante se aproxima a la sacarina y se le
atribuye la provocación de tumores cerebrales,
ceguera y convulsiones. Su consumo está muy extendido en las grandes
empresas. Está prohibido a los que padecen la fenilcetonuria.
El E950 o acesulfamo-k, no es metabolizado por el organismo y
endulza 200 veces más que el azúcar.
El E952, el ciclamato,
es 30 veces más dulce que el zúcar. Según la Organización Mundial de la Salud
puede producir cáncer y mutaciones.
Produce también alergias. Los
ciclamatos están prohibidos en los Estados Unidos, Japón, Inglaterra y Francia.
Su uso está contraindicado en niños y embarazadas.
Las ventajas de un edulcorante no parecen muy numerosas, las
calorías que producen la miel, el azúcar morena o la fructosa no merecen la
pena tanto como para perder la salud, también podemos prescindir de todo esto y
tomar las cosas con su sabor para desarrollar el sentido del gusto, ¡Pruébalo!
Seguro que te gusta.
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Muy interesante. Ya le he envíado este enlace a unas cuantas amigas que abusan de edulcorantes poco recomendables.
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