El
proceso es sencillo, simplemente hay que batir
un huevo y extenderlo sobre el cabello,
desde la raíz hasta las puntas. Al finalizar este proceso, se
cubre el cabello con un gorro de plástico o una bolsa en
caso de no tener un gorro a mano. Conviene mantener el gorro el
máximo tiempo posible para después proceder
a retirar el huevo con agua tibia, realizando el lavado
que suelas hacer normalmente.
Pedes hacer esto una vez al mes, las proteínas del huevo son un gran beneficio, para nuestro pelo.
Yo suelo añadir una cuchara de aceite de oliva y lo dejo cubierto, con gorro de ducha, durante 30 minutos. Me encanta el resultado.
Criscecchini
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